La malabsorción se presenta cuando el intestino delgado no puede absorber los nutrientes de los alimentos consumidos, y cuando no hay una adecuada descomposición de estos durante la digestión por la carencia de las enzimas principales.
Los síntomas más comunes de la malabsorción son las deposiciones blandas y abundantes, de mal olor, decoloradas, la pérdida de peso, la flatulencia, la fatiga, el dolor abdominal.
La diabetes mellitas puede ser causa de la malabsorción debido a la lesión de los nervios de las paredes intestinales.
La pancreatitis crónica puede producir malabsorción ya que hay una digestión deficiente de los alimentos grasos y de las proteínas, y el cuerpo no puede utilizarlos.
La enfermedad de Crohn, la giardiasis y la enfermedad celiaca, evitan que los nutrientes atraviesen el recubrimiento intestinal por lo que pueden causar malabsorción.
El diagnóstico de la malabsorción se hace a través de diferentes pruebas que detectan anemia y deficiencias vitamínicas que son indicios de esta dolencia. También el médico puede ordenar pruebas de la función pancreática y de la confirmación de la deficiencia de enzimas cuando hay una intolerancia a la lactosa.
El tratamiento de la malabsorción se basa, por lo general, en una dieta que excluya el gluten. Cuando la causa de la malabsorción es la giardiasis, el médico prescribe medicamentos antiprozoos. Si la malabsorción no es tratada como se debe, puede provocar anemia por la deficiencia de vitamina B12 y hierro. Una deficiencia de vitamina B12 también puede afectar los nervios periféricos y la medula espinal.
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