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Tampoco
son del todo falsos
Están
elaborados con partes iguales de fantasía, creencias y
saberes. Pero, aunque parezcan inofensivos, pueden ser peligrosos
en materia de alimentación porque se vinculan directamente
con la salud. Le cabe a la ciencia la responsabilidad de ir revisando
estas creencias para ponerlas en su lugar, porque ya desde la
antigua civilización china se equipara alimentación
con remedios: "La salud y la enfermedad -decían- entran
por la boca". Hoy se sabe que sin sopa hubiésemos
crecido igual de sanos, que es importante en toda dieta el plato
de fideos y que un vaso de jugo de pomelo puede engordar más
que comer una banana. Pero también se sabe que toda dieta
saludable dependerá de cada persona, de si es hombre o
mujer, y del momento de la vida en que se encuentre. Aquí,
se revisa un centenar de mitos a la luz de los más recientes
descubrimientos de la ciencia.